Mensch Maschine
Santur
¡Por fin, ya es viernes! (Robert Klane, 1978)
Comedia coral ambientada en una discoteca, estrenada a rebufo del colosal éxito e impacto de 'Fiebre del sábado noche' y la música disco en general. El film cuenta con el protagonismo de algunos actores que después conseguirían la popularidad como Debra Winger o Jeff Goldblum, un pequeño papel para Donna Summer y un cameo de The Commodores, ambos con actuación musical estelar incluida, que a la señora Summer le valió un Óscar a la mejor canción en su día.
El film se permite así crear una pequeña cápsula del tiempo de la época disco, capturando entre personajes principales y extras la fauna urbana que frecuentaba el ambiente: heteros, gays, trans, colgados, modernillos, jovenzuelos, aspirantes a artistas, gente más madura que no quiere perder el tren, etc. Vamos, básicamente lo mismo que te puedes encontrar hoy en día en Medias Puri. Lamentablemente, acaba siendo una buena idea que en pantalla se ve sin gracia alguna por un guión que va a saco al chiste tonto y fácil, una dirección sosa a más no poder, un diseño de producción poco atractivo y extrañamente aséptico para tratarse de una disco, y como colofón, el goteo constante del catálogo disco de la Motown (coproductores del film) con bastantes canciones sin especial interés, y cuya concatenación puede desquiciar fácilmente a los no iniciados.
Supongo que el film será ahora de culto, pero la verdad es que no se merece grandes atenciones salvó la curiosidad de ver actuar a la Summer y la nostalgia de aquel tiempo, incluso a pesar de lo impostado que luce el Zeitgeist del film
Un saludete.
Comedia coral ambientada en una discoteca, estrenada a rebufo del colosal éxito e impacto de 'Fiebre del sábado noche' y la música disco en general. El film cuenta con el protagonismo de algunos actores que después conseguirían la popularidad como Debra Winger o Jeff Goldblum, un pequeño papel para Donna Summer y un cameo de The Commodores, ambos con actuación musical estelar incluida, que a la señora Summer le valió un Óscar a la mejor canción en su día.
El film se permite así crear una pequeña cápsula del tiempo de la época disco, capturando entre personajes principales y extras la fauna urbana que frecuentaba el ambiente: heteros, gays, trans, colgados, modernillos, jovenzuelos, aspirantes a artistas, gente más madura que no quiere perder el tren, etc. Vamos, básicamente lo mismo que te puedes encontrar hoy en día en Medias Puri. Lamentablemente, acaba siendo una buena idea que en pantalla se ve sin gracia alguna por un guión que va a saco al chiste tonto y fácil, una dirección sosa a más no poder, un diseño de producción poco atractivo y extrañamente aséptico para tratarse de una disco, y como colofón, el goteo constante del catálogo disco de la Motown (coproductores del film) con bastantes canciones sin especial interés, y cuya concatenación puede desquiciar fácilmente a los no iniciados.
Supongo que el film será ahora de culto, pero la verdad es que no se merece grandes atenciones salvó la curiosidad de ver actuar a la Summer y la nostalgia de aquel tiempo, incluso a pesar de lo impostado que luce el Zeitgeist del film
Un saludete.
Última edición: